La ortodoncia invisible es uno de los tratamientos estrella a la hora de corregir los problemas de mordida y malposición dental, con la garantía de una discreción absoluta. Sin embargo, para muchos de nuestros pacientes continúa siendo un misterio cuál es su mecanismo de acción y qué materiales la componen. Por ello, en este artículo, desde nuestra clínica dental en Moaña, te desvelamos quiénes son los encargados de hacer posible la magia de la ortodoncia invisible: los ataches.
Para qué sirven los ataches de la ortodoncia invisible y qué tipos existen
Los ataches, hechos de composite (el mismo material con el que se fabrican los empastes), son pequeños relieves, a modo de botón, que se adhieren a cada una de las piezas dentales y se colocan de manera manual. Su principal misión es ayudar a la retención del alineador y al movimiento de los dientes. En este sentido, cada atache tiene una forma distinta para garantizar la máxima sujeción a la superficie a la que debe adherirse, con el objetivo de imprimir la presión necesaria y ayudar a que el movimiento de cada diente se efectúe de la manera que el ortodoncista ha planificado.
Los ataches pueden ser verticales, de rotación, de extrusión, de anclaje, de control radicular o un punto de presión para torques, según su función y el tipo de movimiento al que presten asistencia.
¿Los ataches son necesarios en todos los tratamientos de ortodoncia invisible?
Casi todos los tratamientos con ortodoncia invisible implican la colocación de ataches de manera puntual en algún momento. Su número y su permanencia dependerán siempre de las características concretas del tratamiento a realizar, según las necesidades del paciente.
Ventajas de los ataches en Moaña y Cangas do Morrazo
Los ataches son altamente efectivos y la gran noticia es que no son en absoluto molestos. No condicionan a la hora de comer o de hablar y son siempre un accesorio muy discreto, cuya tonalidad se camufla a la perfección con el esmalte dental.
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