Tentadores y deliciosos, pero repletos de azúcar. Así son los refrescos que consumen con frecuencia los más pequeños de la casa, atraídos por un sabor dulce que recuerda a las chucherías.
Sin embargo, aunque las bebidas azucaradas son un capricho habitual que se permite a los niños, desde nuestra clínica dental en Cangas do Morrazo, recomendamos moderar su consumo. La ingesta excesiva de estos productos puede suponer problemas para los dientes y las encías.
Por ello, en este artículo te explicamos al detalle cuáles son las consecuencias directas del consumo de refrescos sobre la dentición de los más pequeños. De esta manera, podrás cuidar mejor de los tuyos y conseguir que tus hijos puedan seguir disfrutando de sabores dulces que no comprometan su sonrisa. ¡Toma nota!
Los refrescos debilitan el esmalte
Esta bomba líquida de ácidos y azúcares recubre la superficie de las piezas dentales tras la ingesta. En contacto con ellas, la composición de los refrescos es idónea para dañar el esmalte poco a poco, propiciando la aparición de las temidas caries. El potencial perjudicial de los refrescos puede aumentar, además, si la bebida es gaseosa, ya que el gas contribuye, junto con el azúcar y los ácidos, a la erosión dental.
Bebidas naturales, la mejor alternativa
Con mucho sabor y sin azúcares añadidos. Un zumo de frutas natural puede ser la mejor alternativa para regalarle al paladar infantil un sabor dulce, pero saludable. Además de los beneficios que la fruta presenta para el organismo, los azúcares naturalmente presentes resultan menos pegajosos.
Enjuague y cepillado después de cada consumo
Ya sea con un colutorio específico recomendado por tu dentista en Cangas do Morrazo o con agua, el enjuague bucal después de tomar estas bebidas ayudará a remover los restos de azúcar que se puedan quedar adheridos. Sin embargo, no te olvides del cepillado.
Sabemos que la salud de los más pequeños de la casa es lo que más te importa. Por eso, ante cualquier, puedes pedirnos una cita. ¡Estaremos encantados de poder atenderos!