La caries es un tipo de infección que comienza manifestándose de forma casi imperceptible y casi todos la conocemos muy bien. Desde pequeños nos enseñan a cepillarnos los dientes tras cada comida para prevenirla, pero no siempre es suficiente. Su aparición, además de estar íntimamente relacionada con una falta de higiene bucodental adecuada, está condicionada por otros factores: hereditarios, metabólicos y constitucionales.

¿Cómo nace la caries?

Comienza con la formación de la placa dental, que aparece a partir de restos alimenticios depositados en la superficie de las piezas dentarias, los cuales, al fermentar, favorecen el crecimiento y la colonización de bacterias. Estas últimas producen la degeneración y la destrucción del esmalte y, si la infección no se trata, el proceso avanza hacia el interior de la pieza dentaria, destruyendo la dentina y la pulpa.

Al tratarse de un proceso lento, los primeros síntomas son muy complicados de percibir. La única forma de saber si tenemos caries de forma precoz es a través de una exploración profunda de la dentición por parte de un odontólogo, aunque hay algunas señales que podemos percibir y que nos alertarán. Inicialmente, observaremos un cambio de color en los molares, sobre todo en las superficies de masticación y contacto de unas piezas con otras.

Cuando el esmalte se altera y la infección avanza hacia el interior, aparecen las molestias al tomar alimentos azucarados, muy fríos o calientes. Esto es debido a que el nervio se encuentra poco protegido. Cuando la caries está avanzada, se sufre un dolor intenso y, más adelante, la rotura y pérdida de la integridad de la pieza dentaria.

¿Cómo prevenimos la caries?

La prevención debe estar presente desde edades muy tempranas, educando a nuestros hijos buenos hábitos de higiene bucodental. Además, es importante evitar el consumo de alimentos que contengan azúcares.

Estos hábitos nos ayudarán a prevenir tanto la caries como otros problemas que afectan a nuestra cavidad oral:

  • Cepillar los dientes tras cada comida con un dentífrico que contenga flúor.
  • Usar hilo dental y cepillos interdentales.
  • Enjuagarnos con colutorio.
  • Aplicar de flúor.
  • Visitar periódicamente al dentista.

Si has observado algún síntoma, no esperes a que empeore el problema: pide tu cita con nosotros y te ayudaremos a acabar con la caries.

¡Te esperamos!